La cuenta de Instagram se duplicó en seguidores.
Eso fue lo que pasó con un video de 1 minuto.
El de por qué solamente necesitás 5 gramos de levadura por kilo de harina.
Si no lo viste, te lo dejo acá
¿Por qué paso eso? La verdad, no lo sé del todo. Pero creo que fueron dos:
1. El gancho. Te enseño algo sobre un ingrediente que usás siempre y que probablemente no sabías: usar menos levadura y el leudado en frío.
2. La nueva función de Instagram de reposteo. Yo ni sabía que existía. Pero funcionó. Muchísima gente lo compartió y eso hizo que lo viera aún más gente.
¿Estuvo bueno el “baile”?
Si, claro.
Las interacciones, los mensajes, los compartidos crecieron como nunca.
Movió la estantería de una cuenta bastante dormida: la de Instagram de unamesa.
Y también me movió a mí: actualicé cosas en la web, hice nuevos recetarios, volví a comunicarme.
También apliqué un tip que vi de un creador de contenido, Gary Vee:
“Si querés llegar a más gente, elegí tu video más viral, cambiá el texto y poné plata en publicidad.”
Lo hice. Y el video explotó aún más.
Ahora… ¿Sirvió todo esto para vender más?
Poco.
Y si lo comparo con los mails que envio semana a semana… muy poco.
Entonces, ¿Por qué sigo haciendo videos en redes?
Porque me sirven para traer gente nueva a este espacio.
Y cuando alguien se suscribe a este newsletter, ahí es donde realmente puedo contar, vender y conectar.
Si emprendes, ya lo entendiste.
Vuelvo a repetir lo que dije en otras ocasiones: Sacá a la gente de las redes y llevátela a tu terreno.
Porque este mail es eso: terreno propio.
Y de paso, gracias si vos llegaste por ese video.
PD1: La mayoría de los comentarios fueron súper amables. Pero en el video más viral que tengo (más de un millón) no fue así. Otro día te cuento qué aprendí de ese.
PD2: Como consecuencia de ese video hice este recetario gratuito