Trabajar en gastronomía

Trabajar en gastronomía

El 2 de agosto fue el día del trabajador gastronómico y entre tantos posteos y comentarios en redes leí uno que me dejo pensando. Era un posteo en Instagram de Donato de Santis y comenzaba diciendo: ‘Algunos elegimos ser gastronómicos, otros no tenían muchas opciones mas…’ Y me dejó pensando

Las escuelas de cocina tienen una carga horaria semanal muy reducida para sus formaciones profesionales. En mi caso, cuando estudiaba cocina en el Colegio Gato Dumas allá por el 2000, solo cursaba seis horas semanales: tres los martes y tres los jueves.

Esos horarios cortos tienen su origen en que, en sus inicios, estas casas de estudio estaban orientadas a profesionalizar a cocineros de oficio, cocineros de hoteles y restaurantes que no tenían tiempo libre para dedicarse exclusivamente al estudio.

Con el tiempo, la cocina llegó a los medios y, más tarde, a las redes sociales, atrayendo a muchos jóvenes (nosotros incluidos) a estudiar cocina como primera opción.

Para muchos de nosotros, la cocina se convirtió en una elección de vida.

Hoy, la gastronomía es una industria muchísimo más grande que hace 20 años, y existen muchos tipos de formaciones para diferentes perfiles de alumnos. Pero todo gira en torno a un eje: la vocación por el servicio y la atención. Sin vocación, aunque vayas a la mejor escuela, no funciona.

Hay algo más. La gastronomía tiene muchas facetas.

En estos 20 y pico de años recorridos, trabajé en empresas de catering, restaurantes, armé mi propio espacio, e incluso fundé mi propia escuela, que formó a muchos profesionales de la zona. Hoy también tenemos una chocolatería. Estamos inmersos en una rama distinta e impensada de la gastronomía para nosotros, algo que no habríamos imaginado años atrás.

Entiendo que mi forma de ser me permitió explorar diferentes mundos.

Hoy me encuentro volcado a la comunicación y la administración. Julia, en cambio, tiene un perfil de cocina más fuerte que el mío. Ella es parte del equipo de producción de la choco y sabe que su fuerte está en seguir formándose y ampliando sus conocimientos.

Y así, por elección o sin ella, a los que disfrutan de un servicio y a los que pasan a la siguiente etapa: ¡Feliz día! Porque la cocina no es solo un trabajo, es una pasión que se lleva en el alma, y quienes la eligen, eligen un camino que no termina nunca.

El 2 de agosto fue el día del trabajador gastronómico y entre tantos posteos y comentarios en redes leí uno que me dejo pensando. Era un posteo en Instagram de Donato de Santis y comenzaba diciendo: ‘Algunos elegimos ser gastronómicos, otros no tenían muchas opciones mas…’ Y me dejó pensando

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